Cómo cultivar tus propios hongos en casa
Introducción
Si tienes interés en la microbiología, la biotecnología o simplemente te gustan los alimentos saludables y exóticos, quizás te hayas preguntado alguna vez cómo cultivar tus propios hongos en casa. Aunque puede parecer un proceso complejo, en realidad es bastante sencillo una vez que conoces los pasos básicos y los requisitos que necesita cada tipo de hongo. En este artículo, te enseñaremos cómo cultivar hongos comestibles en casa, desde los champiñones hasta los shiitake o los ostra.
Tipos de hongos comestibles
Antes de empezar a cultivar hongos, es importante conocer las diferentes variedades existentes y las características de cada una. Los hongos más comúnmente cultivados en casa son:
Champiñones
Los champiñones, pertenecientes al género Agaricus, son la variedad más popular y conocida. Se caracterizan por tener un sabor suave y una textura al dente. Se pueden cultivar en diferentes tipos de sustrato, como paja, serrín o compost.
Shiitake
Los shiitake, de la especie Lentinula edodes, son oriundos de Asia y se han popularizado en Occidente por su sabor intenso y su alto valor nutricional. Se cultivan preferentemente en madera, ya sea en troncos o en bloques de cultivo específicos.
Setas de ostra
Las setas de ostra, del género Pleurotus, son una variedad muy versátil y fácil de cultivar. Se caracterizan por tener un sabor ligeramente dulce y una textura suave. Se pueden cultivar en diferentes tipos de sustrato, como paja, serrín, cartón y residuos agrícolas.
Negro trompeta
El negro trompeta, de la especie Craterellus cornucopiodes, es una variedad de hongo de forma peculiar y sabor intenso, muy apreciado en la gastronomía francesa. Se cultiva preferentemente en troncos o madera de roble.
Pasos básicos para cultivar hongos en casa
A continuación, te explicamos los pasos básicos para cultivar hongos comestibles en casa:
1. Elección del sustrato
Cada tipo de hongo necesita un sustrato específico para crecer. Puedes optar por usar sustrato comercial ya preparado o elaborar tu propio sustrato combinando diferentes materiales orgánicos. Asegúrate de que el sustrato esté esterilizado para evitar la contaminación por otros microorganismos y patógenos.
2. Inoculación
Una vez que tienes el sustrato, es hora de inocularelo con esporas o micelio (semejante a las raíces de la planta), que puedes conseguir en tiendas especializadas o por internet. Puedes usar esporas de un hongo de tu elección o micelio ya crecido para acelerar el proceso.
3. Incubación
Tras la inoculación, tapa el contenedor con un material permeable para que el hongo crezca en un ambiente húmedo y oscuro. La fase de incubación puede durar desde unas pocas semanas hasta varios meses, dependiendo de la variedad de hongo y de la temperatura ambiental.
4. Cosecha
Cuando las setas empiecen a aparecer, retira el material que cubre el contenedor y deja que las setas crezcan hacia la luz. Las setas deben ser cosechadas antes de que el sombrero se abra completamente, ya que pierden calidad y sabor si se dejan demasiado tiempo. Tira de ellas en dirección contraria al pie, con cuidado para no dañar el micelio.
Consejos adicionales
Además de los pasos básicos explicados anteriormente, aquí te dejamos algunos consejos adicionales para cultivar hongos comestibles en casa:
- Elige un lugar adecuado: Los hongos necesitan un ambiente húmedo y oscuro para crecer, sin corrientes de aire ni cambios bruscos de temperatura.
- Mantén el sustrato húmedo: Los hongos necesitan agua para crecer, pero sin encharcamientos ni exceso de humedad.
- Compra equipo básico: Para cultivar hongos en casa, necesitarás algunas herramientas como contenedores, termómetros o un humificador.
- Conoce los tiempos de crecimiento: Cada variedad de hongo tiene unas condiciones específicas de temperatura, humedad y pH, que debes mantener para que crezcan adecuadamente.
Conclusiones
Cultivar hongos comestibles en casa puede ser una actividad muy gratificante, que te permite disfrutar de alimentos frescos y saludables incluso en espacios pequeños. Solo necesitas conocer los pasos básicos, tener un poco de paciencia y seguir los consejos adecuados para conseguir que tus cultivos prosperen. ¿Te animas a probar?